sábado, 20 de marzo de 2010

De Greta Garbo por la vida...

Me he pasado los últimos seis meses de mi vida pensando qué clase de truco está jugando el destino, para llevarme desde la felicidad absoluta a un parque de diversiones infinito, con más montañas rusas y casas embrujadas de lo que quisiera ver. Alguien gatilló esta cadena sucesiva de eventos y acontecimientos, que me tienen aquí, un sábado en la noche, pensando a quién o cómo debo cobrarle el seguro por el robo de mi corazón. Y no hay caso, nadie se hace responsable de los daños colaterales por haber sido tan feliz y luego haber estrujado hasta la última de mis lágrimas. Ni siquiera él. Particularmente él. Pero tampoco pretendo desconocer las cicatrices de guerra y las medallas de alegría conseguidas bajo la nieve en este verano, debo agradecer cada segundo de felicidad que se ha ido colando de manera invisible y sorprendente.
Sumando y restando, hoy mi ánimo se inclina a sacar la Greta Garbo que llevo dentro... I want to be alone, parece ser la consigna a final de cuentas...